jueves, mayo 17

Mantón Flamenco

Origen:
Se dice, lo que tiene mucho sentido, que en la época de las colonias, grandes bultos de tabaco llegaban a Sevilla desde Filipinas, empaquetados en grandes telas de seda, que no se comercializaban por ser de baja calidad o porque contenían fallas. Paños de forma cuadrada ideal para el tabaco que le permitía protegerlo, absorbiendo la humedad. En Sevilla, la mujeres que se dedicaban a trabajar el tabaco cortaron estas piezas de seda en cuatro trozos y les añadieron flecos.

Flamenco:
Posteriormente, los “Mantones de Manila”, fueron enriquecidos por la alta sociedad con hermosos bordados, ya sea con temas chinos o europeos, llegando a confeccionar modelos imperio e isabelinos. Ya en Sevilla, y llamados “Mantones Sevillanos”, fueron incorporados en el mundo del Flamenco, siendo la bailaora Matilde Coral, una de sus máximas representantes actuales. Tanto es así que se les ha llamado las “Alas del Flamenco”. Entre los modelos usados en el baile están el Chipiona, Guadaina, Triana, Lebrija, Solares, entre otros.

Moda:
Los Mantones de Manila también se usan en la alta costura, dando máxima belleza y elegancia a la mujer. Se pueden usar en forma de chal, rectangular sobre la espalda; en punta, como triángulo sobre la espalda y doblada como bufanda, sobre un hombro.

Arte y Tradiciones:
Estas verdaderas “Piezas de Arte” de seda natural y bordadas a mano son también heredables y muy bien cotizadas en exclusivos remates. Además, se pueden usar en decoración, ya que quedan perfecto sobre una mesa, un fino sitial de descanso y hasta colgado en un muro como un fino tapiz. También en celebraciones populares, los andaluces los usan para decorar sus casas, poniéndolos en los balcones. Como dato adicional, se puede comentar, que la internacional y bella filipina, Isabel Presley, habitualmente regala en sus viajes por el mundo, exclusivos Mantones de Manila.