jueves, noviembre 22

MARCELA SUEZ presenta Raíces del Flamenco

Función de despedida del exitoso espectáculo, sábado 1º de diciembre de 2007 - 21 hrs. Raíces del Flamenco. De Sefarad al Cante Jondo.

Debido al éxito en sus presentaciones y a pedido del público, "Raíces del Flamenco" se despide agregando una nueva función el sabado 1 de diciembre a las 21 hs, en la sala teatral Mediterránea, Tucumán 3378, Ciudad de Buenos Aires. Para reservas, llamar al 4863-7156
Este espectáculo se cuenta a través de un puñado de textos de León Felipe, Juan Gelman y Federico García Lorca, entrelazados con antiguas canciones sefaradíes, para luego dar paso al Cante Jondo y al baile flamenco, interpretados por dos voces gitanas, una guitarra flamenca, una bailaora y un bailaor.

Hubo un tiempo de convivencia y mutuo enriquecimiento entre los pueblos que se establecieron en el sur de España y permanecieron durante ochocientos años juntos. Convivencia de culturas de judíos sefaradíes y árabes, así como también de los gitanos, últimos en arribar desde la India a ese escenario de Al Andalus hacia el año 1425.

El Cante Jondo nace, se gesta, en ese territorio de extensos olivares que es Andalucía. Surge de la cultura árabe y sefaradí, de sus cantes, melismas y semitonos, enriquecidos con las primitivas músicas de la India. Surge de la emoción intensa de raíces que vienen de razas lejanas, y del dolor de la persecución y el exilio.

Raíces del Flamenco, de Sefarad al Cante JondoSábado 1º de diciembre a las 21 hs.Sala Mediterránea, Tucumán 3378, Cdad. de Buenos Aires.Informes: 4863-7156, espaciomediterranea@gmail.com

Dijo la crítica: Espectáculo visceral en el que, a través de una historia muy bien contada y cantada, el espectador va recorriendo desde las raíces moras y judías los diversos caminos que fueron tomando hasta llegar a nuestros tiempos el Cante Jondo y el Baile Flamenco, partiendo de la noble poesía del primitivo Sefarad. Marcela Suez se transforma en una cautivante felina del flamenco junto a Diego Ferreira, creando climas de gran belleza en esos sensuales bailes, en donde la fuerza indómita del flamenco fluye por las venas de los bailaores y se traslada inmediatamente al espectador, quien se contagia con esa onda de luz que contiene el baile.